Parece que estamos en una lucha constante para sobrevivir. Nuestro cuerpo está siendo constantemente atacado. Luchamos contra el equilibrio de la naturaleza. Por desgracia, la descomposición (que toda materia se pudre o se desorganiza), es un hecho innegable y un aspecto necesario de nuestra existencia. Los microorganismos que hacen que la vida sea posible, mediante la destrucción de nuestros deshechos, son los mismos organismos que podrían hacer la vida imposible para nosotros. Un cuerpo ideal sería uno que no fuera vulnerable o destruido por microorganismos, tales como los que ahora nos pueden destruir. Nuestro sistema inmunológico es increíblemente complicado. Tenemos células previamente programadas para identificar y destruir a los invasores externos que pueden entrar en nuestro cuerpo. Hay millones de sitios receptores diferentes en nuestras células inmunológicas, con el propósito de reconocer e incitar a reacciones de defensa que resultan en la eliminación y la destrucción de organismos invasores externos. Nuestras células inmunológicas, como muchas de las otras células en nuestro cuerpo, tienen una percepción sensorial extraordinaria. La señalización bioenergética entre las células proporciona un sistema de comunicación increíble, a la altura de la comunicación mundial actual y la red de Internet. Las células inmunes hablan entre sí y con otras células a través de la señalización de receptores medio proteínas contenidas en su superficie. Sabemos por la evolución de nuestra propia red de comunicación que podemos tener señal electrónica inalámbrica a través de diversas frecuencias electrónicas. Las proteínas y otras sustancias con cargas químicas actúan como el sistema de cableado eléctrico en nuestra red de comunicaciones. Lo ideal sería que nuestras células fueran capaces de enviar las frecuencias electrónicas, capaces de comunicarse con otras células, así como nuestros equipos inalámbricos. Las células corporales ideales serían capaces de descargar las frecuencias que sirven para protegerse de los invasores externos o levantar una barrera inexpugnable que neutralizara dicha invasión por parte de algunos medios energéticos. En la ciencia ficción se evoca la protección, tal como los campos de fuerza, barreras inexpugnables de la invasión. Pero en la vida real, esta protección no sería práctica. Aparte de necesitar organismos beneficiosos para nuestro bienestar, somos seres interdependientes. . La vida no sería agradable o sería vacía sin nuestra habilidad de relacionarnos con otros seres humanos o con el medio ambiente. Somos seres sociales. La vida y la belleza no tendrían ningún significado sin nuestra capacidad de compartirla. En general cualquier persona que no busca estas interacciones se considera que no está en su sano juicio y hasta se le considera enfermo. Un sistema inmunológico ideal es aquel que no caería preso de un microrganismo invasor. El cuerpo debería de alguna manera, repeler o neutralizar al invasor potencial. Sin embargo, el atacar y el romper las formas biológicas es necesario en un mundo donde todas las cosas se deben reciclar. La descomposición o la putrefacción es un proceso mediante el cual se limpia el mundo. Sin el proceso de descomposición no podría haber vida. Los millones y millones de organismos dedicados a la limpieza de nuestro medio ambiente son increíbles. Ellos son una parte necesaria de nuestra existencia. Ø Imagínese como sería el mundo si todas las formas de vida de antaño existieran aún hoy día. Nuestro mundo fue hecho para regenerar sus formas de vida en un ecosistema perfectamente equilibrado. Por ejemplo, tenemos en nuestro mundo, millones de insectos, la mayoría de los cuales ni siquiera podemos ver. Los insectos, de tanto creen que no sólo tienen la función de consumir los componentes más grandes que deben ser destruidos, pero que también actúan como vehículos de transporte para los microorganismos más pequeños que tienen que ver con la decadencia en el nivel microscópico. Nos pueden parecer poco atractivos algunos de los insectos que fueron especialmente diseñados, para su propia supervivencia y para su propia función muy especial. Su función especial, no es aún evidente para la mayoría de las personas, es decir, para que traigan a los iniciadores de la descomposición, el microrganismo – o lo que llamamos los gérmenes – que descomponen los residuos que otros organismos producen, y a su vez, preparan la comida para el transporte de su anfitrión. El escarabajo coprófago es un ejemplo. Cualquiera que haya movido un montón de estiércol que ha estado en el suelo durante unos días, encontrará que están infestadas de estos escarabajos. Esta especie de escarabajos también aporta microorganismos que les ayudan a obtener su comida. Estas criaturas han sido diseñadas específicamente para tal propósito, al igual que muchos de los insectos en el mundo que parecen tener funciones especializadas y peculiares. Otro insecto muy conocido con las mismas funciones es la mosca doméstica común. Nuestra propia flora bacteriana intestinal actúa de esta manera. Se alimenta de nuestros desechos y produce nutrientes adicionales para nosotros. Cuando tenemos bacterias que no producen nutrientes, sino que producen toxinas nos enfermamos y comenzamos a decaer. El concepto de tomar pro-bióticos, o bacterias beneficiosas, se basa en ayudar a nuestro cuerpo a mejorar nuestra salud y evitar enfermedades. En general, las comunidades ecológicas en el mundo manejan, en un delicado equilibrio, entre la vida y la muerte, la alimentación y la decadencia, trabajando para el mantenimiento de algún gran diseño en un equilibrio ecológico extraordinario. La función y la razón de la gran cantidad de insectos son evidentes, tienen una tarea inmensa por hacer. Una cosa que siempre me ha sorprendido es cómo algunas de estas criaturas se hicieron aparecer. Sus características son realmente sorprendentes. ¿Por qué fueron diseñados en paralelo a la aparición de otras especies en el reino animal? ¿Fue esto simplemente una coincidencia evolutiva o el signo de un creador común? Tome el escarabajo rinoceronte, por ejemplo. ¿No es interesante que este insecto pudiera existir? Este no es el único insecto con un aspecto paralelo. Incluso algunos microorganismos son muy similares a las células minuto de las que nosotros estamos formados. ¿Es esto una prueba de la evolución o el signo de un creador común?
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