En “De Megido a Gaza: 3.500 años de historia militar”, se analiza el origen y desarrollo de los conflictos militares surgidos en cada época de la humanidad. Se revisa en él las “reglas de la guerra” adoptadas por los comandantes militares más importantes de cada época, las tácticas empleadas, las armas utilizadas y, se demuestra cómo a través de los siglos, estas reglas se han repetido una y otra vez, solamente ajustadas en sí mismas para superar los retos que los avances tecnológicos imponen. Ocupa un lugar importante del libro la mención de los más importantes aportes doctrinarios al arte de la guerra, producidos a través de los siglos, por parte de sus creadores, recopiladores y ejecutores. A través del análisis de las principales obras legadas por los “Padres de la Estrategia Militar Universal” y de las matrices de pensamiento derivadas de sus discípulos, seguidores y detractores más connotados, encontraremos una diversidad de matices y de enfoques tan variados como el comportamiento natural del hombre mismo. También descubriremos que, a pesar de la diversidad de ideas existentes, inherentes al estudio del arte de hacer la guerra, la uniformidad en la implementación y aplicación de las reglas básicas para hacer la guerra han sido similares a través de los siglos, como son: atacar el “Centro de Gravedad” del enemigo, golpear su punto débil y evitar su fuerte, explotar la maniobra de la “Posición Central”, emboscar o bloquear la retirada del enemigo, etc., Estas reglas han sido utilizadas por todos los comandantes exitosos de la historia, desde Megido en el 1467 a.c., hasta la guerra contra los grupos terroristas de la actualidad en Oriente Medio, Suramérica y Europa, pasando por las grandes guerras de conquista y de liberación ocurridas a lo largo y ancho de nuestro siempre atribulado planeta. Se ha organizado la obra de forma cronológica para su mejor comprensión desde la perspectiva histórica. La narración se inicia desde el mismo origen del hombre y la invención de la escritura como herramienta necesaria para dejar constancia de lo ocurrido, y sobre las primeras manifestaciones de guerra ocurridas antes de la Era cristiana, destacándose en él la obra del inmortal estratega chino Sun Tzu. Desde el inicio de la Era cristiana hasta la Edad Media, se verifica que la chispa de ignición de los principales conflictos de este periodo estuvo fundamentada en las religiones, tanto la cristiana como la musulmana. Desde allí transitamos hacia el ocaso del feudalismo en la Edad Media, gracias a la aparición del cañón como arma de asedio, y de ahí hasta el inicio de los periodos dinásticos del siglo XIV. Analizando las épocas de la exploración transoceánica y las conquistas de territorios desconocidos, se revisa la expansión de la guerra por todos los confines del planeta, hasta el siglo XVII. La etapa de los reyes sucumbe ante una explosión de movimientos independentistas a gran escala durante el siglo XVIII, surgiendo las primeras experiencias bélicas entre las naciones. Se analiza el periodo formativo del pensamiento militar moderno, dedicándosele especial atención a los grandes estrategas de renombre mundial: Bonaparte, Jomini y Clausewitz, entre otros; y se dedica un capítulo exclusivo al estudio de las campañas militares que le dieron la libertad a las colonias americanas en manos de España y Portugal, destacándose de ellas, las acciones de ciertos comandantes militares de gran valía y coraje, poco conocidos fuera del ámbito geográfico donde se desempeñaron, tales como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Antonio Páez y José de San Martin. Seguidamente, y bajo el influjo de la transformación de los sistemas económicos mercantilistas feudales europeos, se analiza la dimensión político-económica que adquiere el poder militar, ante la necesidad de los modernos Estados-naciones de contar con más territorios y recursos, a fin de afrontar los conflictos por venir. Hay tres capítulos dedicados a la etapa del asombroso desarrollo industrial del mundo y su incidencia en las grandes guerras de carácter “Total” que tocó vivir iniciándose el siglo XX, destacándose en él la asimilación que el nuevo sistema soviético post zarista le daría a la conversión industrial; la transición de lo que se llamó la “Guerra Total” a la “Guerra Nuclear”, cuando esta última, paradójicamente, le puso fin a la primera con un arma de destrucción total, como lo fue la bomba atómica; así como el análisis de las modificaciones que sufre el arte de hacer la guerra, como tradicionalmente lo hemos conocido, tras el surgimiento de un selecto “club de usuarios” de la novedosa arma nuclear. Las rivalidades políticas e ideológicas dentro de los miembros de este “selecto club”, hacen sumergir al resto del planeta en un estado de tensión general que pasó a denominarse “Guerra Fría”, periodo que si bien se mantuvo “frío” del lado nuclear, resultó muy “caliente” en el ámbito convencional y en el sistema de guerra que pasaría a denominarse “irregular”. La inmensa brecha tecnológica que separa a este pequeño “club de países”, de la mayoría de los pequeños Estados no industriales, ha dejado a ciertos “actores” sin la posibilidad de lograr imponer su voluntad por los medios militares tradicionales, lo que ha llevado a éstos a ejercer su presión con métodos poco ortodoxos de lucha, practicados en la guerra “entre la gente”. Finalmente se presenta como conclusión, una síntesis de las tradicionales reglas de la guerra que han usado los grandes comandantes militares de todos los tiempos, dejándonos ejemplos de cómo un tipo de regla o maniobra operacional ha sido usada de manera similar en una batalla ocurrida en el siglo III a.c. y en otra ocurrida en pleno siglo XXI de nuestra Era, dejando de manifiesto que el arte de hacer la guerra, como todo proceso humano, es cíclico en su esencia, ya que el objetivo, la meta o el efecto deseado de la guerra, es siempre el mismo: Imponer la voluntad propia sobre la del contrario, mediante un acto de fuerza. Así ha sido siempre y así lo seguirá siendo en el futuro. ¡Si no aprendemos de la historia, estaremos condenados a repetirla!
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