Excerpt
El Esplendor de Las Tinieblas Un Libro sin Prólogo
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Evidentemente estamos viviendo una etapa de incredulidad total, como resultado de la decepción que ha emanado del colapso moral de La Iglesia Cristiana en estas últimas desastrosas décadas.
¿Por qué esta devastación en La Iglesia? ¿Cuál ha sido la causa que Católicos y Protestantes igualmente, –quienes aún reiteran ser “La Verdadera Iglesia”– hayan sido tan vergonzosamente desenmascarados por una sociedad que perennemente ha sufrido sus censuras por corruptos e inmorales?
Todo parece indicar que La Iglesia Cristiana ha perdido la brújula que traza el itinerario de la concordia divina. ¿O es que nunca la tuvo calibrada señalando al norte celestial?
No cabe la menor duda que nos encontramos al final de la carrera eclesiástica de los cristianos liderados por Pedro y por Pablo. De los cristianos de La Iglesia Cristiana. Cosa muy distinta a La Iglesia del Señor; a La Iglesia la cual «…las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.»: La Iglesia de Sus Escogidos.
«El Esplendor de Las Tinieblas» –a manera de conversatorio– tiene la respuesta a: ¿Qué pruebas desmienten a La Biblia cómo La Palabra de Dios?
Si Cristo tachó a los religiosos de hipócritas, entonces: ¿Qué papel juega la iglesia con la religión y sus líderes? ¿Qué hay de cierto sobre la salvación eterna en una iglesia que enseña, predica y practica lineamientos contrarios a la doctrina de Cristo?
«El Esplendor de Las Tinieblas» –a la luz de Las Escrituras– revela los ocultos artificios de La Iglesia Evangélica. De cómo se ha mantenido por dos mil años estafando a sus fieles creyentes en base a engañosamente disfrazados dogmas profanos.
«El Esplendor de las Tinieblas» no es más ni menos que la legítima recuperación de la única y pura doctrina de Cristo, contemplada desde el ángulo espiritualmente personal de La Verdad: Fuera del templo y su teología. Desde donde, paradójicamente se nos muestra desconocida e irreal; discordante y hereje; ofensivamente falsa y blasfema; disímil del rudimentario tradicionalismo cristiano.
Porque lo que siempre nos ha parecido el lado genuino, –a estas alturas de la historia– no ha sido otra cosa que la versión teológica de Cristo que hemos ido concibiendo por la iglesia, a través del inculco doctrinal de su religión, la que nos ha llevado a mistificar la fe; materializar lo espiritual y humanizar a Dios.
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